18 marzo 2016

Los superhéroes torturados


Recientemente, HitFix publicaba una crítica de la segunda temporada de "Daredevil", que está disponible en Netflix desde esta mañana, que apuntaba que añadir más villanos a la serie no la mejoraba automáticamente (que es algo que "Gotham" sabe perfectamente) y que su principal problema es que no ha conseguido que el personaje que le da título sea realmente interesante. El trío formado por Matt Murdock, Foggy Nelson y Karen Page sí es muy entretenido de ver, pero Murdock solo no acaba de cuajar igual de bien que sus dos colaboradores o incluso que los secundarios. Wilson Fisk era un villano muy atractivo en la primera temporada porque la serie se esforzaba por mostrarnos por qué era así y lograba presentar a una persona, y no sólo a un malo de cómic, pero resulta curioso que, una vez que ya conocemos la historia de origen de Daredevil, a éste no le pase lo mismo.

El dilema sobre el que gira Matt es uno ya bastante habitual en el género superheroico: él se pregunta qué tipo de justiciero, y de hombre, quiere ser, duda de si puede vivir con la culpa que lo atenaza cada vez que alguna de sus misiones sale mal y si tiene lo que hay que tener para llegar hasta el final para detener a algunos de los maleantes a los que se enfrenta. Es el dilema que lleva acosando a Oliver Queen durante cuatro temporadas de "Arrow". ¿Necesita convertirse en un asesino, ser más expeditivo para ser realmente eficaz? ¿Y quién le ha dado el derecho a creerse la ley en la ciudad, por encima de la policía? ¿De verdad es The Punisher más efectivo que él, con sus métodos mucho más violentos? El superhéroe torturado por sus propias dudas éticas ya es un lugar común, y el truco está en buscar un giro diferente que lo separe de los demás.

Para Jessica Jones, por ejemplo, todo es muy personal y privado, ¿pero qué es lo que mueve a Matt Murdock? Es cierto que los toques de corrupción política y de criminalidad callejera ayudan a distinguir "Daredevil" de otros superhéroes. Es una serie en la que vemos al héroe realmente cansado al final de una pelea (que siguen rayando a gran nivel, por cierto) y en la que sus villanos son mafiosos con la vieja aspiración de dominar el submundo del hampa de la ciudad. En la segunda temporada, la ausencia de Fisk crea un vacío de poder que todos los criminales quieren ocupar, y que va a causar no pocos problemas.

Lo más promocionado de estos nuevos episodios es la incorporación de The Punisher y de Elektra, que enfrentan a Murdock con diferentes lados de su personalidad, y de su actividad como vigilante enmascarado, que no quiere asumir, pero es en la profundización de la relación entre el protagonista y sus dos amigos y colaboradores donde está lo que mejor funciona de "Daredevil". Eso la separa de todas las adaptaciones de Batman que hemos visto en los últimos tiempos, y no la culpa católica de Matt por las cosas que hace.

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