05 enero 2017

Cuando la cadena es un problema


Las series las emiten cadenas de televisión. Que es una obviedad, pero que al mismo tiempo ayuda a entender por qué algunas series son como son. Además, en estos tiempos en los que muchos vemos esas series cuando llegan a plataformas de VOD, el nombre de su cadena puede haberse perdido por el camino (si Netflix compra los derechos de distribución internacional de un título de Syfy, por ejemplo, lo sube a su servicio como uno de sus Netflix Originals), lo que para dichas cadenas es una faena porque una de las labores de sus series es construir imagen de marca y, de ese modo, pasan a ser imagen de otra marca.

Como decíamos, la cadena imprime cierta personalidad a sus ficciones. Las series de USA eran bastante fáciles de reconocer durante las épocas de "Monk", "Psych" y "Burn notice", y una comedia de CBS se distingue desde el minuto 1 del cold open. Eso mismo lleva a que se vayan creando ciertas preconcepciones sobre las producciones de determinados canales, que pueden ser tanto negativas como positivas: las series de HBO son importantes, en Lifetime sólo hay dramones para mujeres, TNT sólo hace procedimentales insustanciales, todo lo de BBC es bueno, las comedias de ABC son todas iguales... Esas ideas preconcebidas pueden ajustarse a una cierta serie de dichas cadenas o, a lo mejor, a un momento muy concreto de sus vidas, pero muchas veces son reducciones de lo que las ficciones de esos canales pueden ofrecer. Cuando estrenan alguna serie que se sale del molde y que merece una mayor visibilidad, la imagen ya formada de la cadena acaba siendo su peor enemigo.

Por ejemplo, "Sweet/Vicious" en MTV. La cadena y que sus protagonistas sean dos universitarias ya es un obstáculo casi insalvable para espectadores que, probablemente, respetarían la manera en la que la serie trata las agresiones sexuales, o que disfrutarían de la dinámica entre Ophelia y Jules. Otro caso, "Crazy ex-girlfriend" en The CW. Aquí entra, además, que ser una comedia romántica hace que, automáticamente, haya quien la considere "inferior". Emitirse en TNT ayuda poco a la visibilidad de "Buena conducta" y al muy interesante retrato de su protagonista, porque los espectadores que podrían estimarla no piensan que ese canal pueda hacer una serie así.

Cuando una cadena de televisión se anima a estrenar algo un poco diferente, un poco arriesgado, busca llamar la atención de un público que, de otra manera, no se acercaría a ella. "Mr. Robot" puede haber dado cierta pátina de respetabilidad a USA y hasta ha logrado ser tomada en cuenta por los premios, pero para otras, las siglas del canal que las emite son un lastre demasiado grande. Nuestras propias preconcepciones se entrometen y hacen que olvidemos que HBO puede estrenar series terribles y en TBS puede haber pequeñas joyas.

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