20 enero 2017

El ciclo del hype y el backlash


El próximo martes se anuncian las nominaciones a los Oscar, lo que quiere decir que este fin de semana va a llegar la avalancha de películas con posibilidades de estar presentes en la gran ceremonia del 24 de febrero. La gran favorita, a priori, aterrizó en los cines españoles el viernes pasado y, desde entonces, se ha producido el inevitable ciclo del hype y el backlash que sigue a todas las películas y series que llegan precedidas de una gran expectación. En el caso de "La La Land", en España ese ciclo se ha comprimido en apenas una semana, y motivado por los meses de críticas entusiastas tras sus primeros pases en los festivales de Venecia y Toronto y sus victorias en los pasados Globos de Oro.

Se ha pasado de decir que es una película para quedarse a vivir en ella a sacarle punta a todos los defectos de su guión (parte de estas dos corrientes de pensamiento se refleja en el podcast especial que La sexta nominada dedicó a la cinta de Damien Chazelle), y después de arrasar en los premios de HFPA, se han multiplicado las think pieces en Estados Unidos criticando todo lo criticable sobre ella. Es un asunto de acción y reacción, o el efecto "Brokeback Mountain"; cuantos más elogios recibas, y más aura de favorita al Oscar tengas, más fuertes serán los palos que te van a dar. Y más todavía en una película como "La La Land", con una apuesta estilística y emocional muy clara, y que crea tanto adhesiones incondicionales como rechazos fervientes.

A cualquier hype elevado, le seguirá una dosis similar de backlash, y la fórmula se hará más intensa cuanto más tiempo pase entre las primeras reacciones y el visionado por parte del gran público. Si las películas en concreto se salen del cinismo que parece dominar actualmente las críticas en redes sociales, las opiniones en contra aún se harán notar más. Y, como hemos comentado muchas veces, no hay nada peor que verlas con la preconcepción de que, como todo el mundo las da como favoritas a tener muchas nominaciones al Oscar, tienen que ser todas lo mejor que ha hecho nunca Hollywood, o nos parecerán una decepción.

De momento, "La La Land" apunta a funcionar más que bien en taquilla (conseguir entradas en los cines de VOSE de Madrid el pasado fin de semana era complicado) y a llegar a los Oscar con serias posibilidades de convertirse en una de las protagonistas principales de la noche. Nos hartaremos de ver a Ryan Gosling y Emma Stone en actos promocionales diversos y de leer artículos a favor y en contra de la película, y a lo mejor hasta su éxito incrementa la popularidad de "Dear Evan Hansen", el musical que los dos letristas de las canciones, Justin Paul y Benj Pasek, tienen en cartel en Broadway.

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