El verano, como hemos comentado en bastantes ocasiones, suele ser momento de recuperar series que en su momento no vimos. Ahí pueden entrar títulos de todo tipo (este año, mi proyecto de puesta al día está siendo "Person of interest"), incluso títulos animados que, en realidad, fueron mis series de las pasadas navidades (y del arranque del nuevo año), pero que son perfectos para un maratón estival por su capacidad de enganche y porque no son demasiado largos. Además, si no las hemos visto nunca, echarle un vistazo a "Avatar. The last airbender" y luego a su secuela, "The legend of Korra", es una inmersión en un impresionante mundo muy bien pensado, con personajes estupendos, detalles del anime y la espiritualidad oriental (y las películas del Studio Ghibli) integrados sin problema en la trama y grandes secuencias de acción. Son series para niños, sí, pero se disfrutan enormemente siendo adulto.
La primera de ellas, "Avatar. The last airbender", nos introduce en ese mundo en el que hay unos pocos escogidos capaces de dominar y moldear a su antojo el aire, el fuego, la tierra o el agua. Éstos se agrupan en naciones, o tribus, según el elemento que manejen, y hay una persona, el avatar, que tiene la capacidad de dominarlos todos. Sin embargo, cada nación no se libra de impulsos megalómanos y conquistadores, y los maestros del fuego deciden invadir y conquistar al resto de tribus. Aquí entra en juego Aang, un chaval de unos doce años que es el nuevo avatar, pero que aún tiene que aprender a moldear los otros tres elementos aparte del aire, y que se embarca en un viaje por todo el mundo buscando maestros de cada elemento,y huyendo de la Nación del Fuego. Esa primera serie creada por Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko tiene tres temporadas (o libros), de unos 20 episodios cada una (los capítulos duran 20 minutos), y es una aventura en todo el sentido de la palabra.
Aang y sus amigos visitan partes diferentes de su mundo, y en cada lugar aprenden algo nuevo, ya sea sobre los avatares pasados, sobre las habilidades de Aang o sobre los efectos que la guerra contra los maestros del fuego está causando en la gente. Los personajes van revelándose como mucho más complejos de lo esperado (en especial Zuko, el príncipe del fuego desterrado), y aunque hay humor y grandes batallas, donde la serie destaca es en la evolución de todos sus protagonistas. Empiezan "Avatar" siendo unos niños, y la terminan emocionalmente más cerca de la edad adulta, que es un viaje parecido al que sigue, varios años más tarde, la protagonista de la secuela, "The legend of Korra". Ésta tiene cuatro temporadas, de entre 12 y 14 episodios cada una, y presenta no sólo a una avatar un poco más mayor (Korra es una adolescente), sino que su mundo está también más industrializado y las amenazas al equilibrio no son tan claras ni tan globales.
Korra también tiene que aprender a dominar todos los elementos y tiene que crecer y madurar con el paso de los capítulos. Sus enemigos son, en general, gente que tiene reivindicaciones muy concretas, y que hasta pueden ser muy justas, pero que acaban escoradas hacia el extremismo, y parte del aprendizaje de Korra es reconocer que no son tan diferentes de ella, o de otras personas de su entorno. La animación de "The legend of Korra" es un poco más sofisticada, con unas escenas de acción notables, pero donde están sus principales virtudes es en el manejo de sus protagonistas y, sobre todo, en el retrato de su heroína, a la que se le deja equivocarse y ser en ocasiones egoísta antes de convertirse en el avatar por pleno derecho.
Las dos series son un visionado sumamente entretenido, y que esconde temas e ideas muy interesantes detrás de sus combates y de sus chistes. La apuesta de DiMartino y Konietzko por la aceptación de uno mismo y del otro lleva a que se vean cosas que no parecían posibles en animación infantil, pero ya hemos visto que estas series están tocando temas más avanzados, en ocasiones, que los títulos de acción real para adultos. Si os animáis a seguir las aventuras de Aang y Korra, vosotros también diréis eso de que "yo no elegí el estilo de vida del avatar, el estilo de vida del avatar me eligió a mí".
Música de la semana: "Bajo la misma estrella" fue uno de los éxitos sorpresa cinematográficos del verano pasado, así que este año se intenta repetir la jugada con otra adaptación de un libro de John Green, "Ciudades de papel". También tiene una banda sonora repleta de artistas más o menos independientes, y muy en sintonía con el público objetivo al que se dirige la cinta. Uno de esos grupos es Grouplove, que aporta la canción "No drama queen".
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