Éste está siendo el verano de Amy Schumer. Sin duda alguna. Entre los parabienes y las nominaciones a los Emmy que está cosechando "Inside Amy Schumer", lo virales que se han vuelto algunos de sus sketches y la repercusión que han alcanzado las bromas de sus monólogos, la comediante va directa a acabar el año incluida otra vez en la lista de las 100 personas más importantes del año de la revista Time. A esto hay que añadir que su primera película, "Y de repente tú" (título en España de "Trainwreck"), lleva más de 90 millones de dólares recaudados en cuatro semanas en cartel en Estados Unidos, y ella no sólo es la protagonista sino que también escribe el guión (el director es Judd Apatow).
Para quien esté mínimamente familiarizado con Schumer, su estilo de humor está presente en la historia de una mujer cuyo estilo de vida se resumiría en aquella canción de Extremoduro, "Salir": Salir, beber, el rollo de siempre, y enrollarse con tipos diferentes a los que nunca vuelve a ver. Las cosas empiezan a cambiar cuando se acumulan varias circunstancias en su vida: le asignan el perfil de un cirujano deportivo en la revista masculina en la que trabaja, y su padre (que es quien le inclucó a fuego que no se comprometiera con nadie) está enfermo en una residencia. Así se construye una comedia romántica de las de toda la vida, pero que resulta tremendamente divertida porque no tiene pelos en la lengua, y porque saca petróleo de dos personas no demasiado conocidas por sus dotes cómicas como Tilda Swinton y LeBron James.
Hacer comedia romántica no es sencillo, y mucho menos mantener el lado de comedia conforme la película avanza y la historia se complica, pero "Y de repente tú" lo consigue. Y una vez que la veais (Universal la estrena este viernes en España), echad un vistazo a las frases descartadas y las tomas falsas, porque aún son mejores.
"Bajo la misma estrella" bien puede ser uno de los éxitos de taquilla más sorprendentes de los últimos años. Recaudó más de 124 millones de dólares (y más de 182 fuera de Estados Unidos) el verano pasado, y puso definitivamente en el mapa a Shailene Woodley y al escritor John Green, uno de los más exitosos en el género juvenil no sobrenatural. Sus historias están protagonizadas por adolescentes normales (dentro de los estándares de Hollywood y "Dawson crece") que se enamoran, o se embarcan en alguna aventura que puede parecer mundana desde fuera, pero que para ellos es muy importante. Ahí encontramos "Ciudades de papel", la segunda película basada en una de sus obras, que curiosamente es más la historia de una amistad, y de la maduración de su protagonista, que una de amor.
Su público es claramente el adolescente y, en ese aspecto, aporta pocas nuevas, pero el enamoramiento de Quentin de su vecina Margo (una Cara Delevingne que debuta con acierto en el cine) presenta algunas cosas interesantes. Es curiosa, por ejemplo, la exploración que se hace de Margo como un ideal; el protagonista está "colgado" de la idea de Margo, del arquetipo de la chica guay del instituto, y no de su persona. Y también está bastante bien transmitida la amistad de Q con sus dos colegas, que aportan el humor a la cinta, y un humor menos previsible de lo que podría parecer. Ese reflejo de su amistad es lo que más destaca de "Ciudades de papel".
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